Si no fueras tan no guapo, sino especial, si no fueras
tan creido a tu modo, ni tan listo. Si no fueras tan tierno y tan duro al mismo
tiempo, si no fueras tan loco, tan hiperactivo, tan todo. Si no fueras tan de
esa manera, si no fueras tan sensible, pero a la vez tan idiota. Si no fueras como
una fiera, si no fueras, ni tan siquiera, como cualquiera, como no eres tú. Si
no fueras tan nervioso, tan disparatado, si no fueras tan sólo fachada para
protegerte de esa cosa llamada “amor”. Si no fueras tan inocente, si no fueras
tan jodidamente perfecto, así como eres tú. Si no fueras tan bobo y tan idiota,
tan defectuoso y la vez tan virtuoso, si no te derritieras cuando te digo
cualquier idiotez, y si no fueras tan raro, si no se te notara tanto en la
cara cuando algo te encanta. Si no fueras a veces tan insoportable, tan
indispensable, si no fueras tan considerado como eres tú. Si no fueras tan
imprevisible, tan imprescindible, si no fueras tan, irrepetible. Y si no fueras
tan poco susceptible, pero tan compatible conmigo como lo eres tú. Si no fueras
tan de esa manera, yo no estaría aquí dejándome ganar a este juego de cara o
cruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario