+¿Por qué me miras así?
-Estoy reflexionando sobre todo lo bueno que tienes. Pensando en todas y cada una de tus virtudes.
+¿Por ejemplo?
-Tienes la virtud de darme la calma cuando me altero, la de hacerme callar cuando es necesario, la de protegerme bajo tus brazos cuando algo me asusta, la de hacerme reír hasta que me duelan las mejillas, la de hacerme sentir especial, la de animarme en mis peores momentos... Eres perfecta.
+Eso lo dices porque me quieres, pero sabes que no es verdad
-¿Sí? Pues dime algún defecto que tengas..
+Soy tímida, reservada, callada muchas veces, impaciente y, a veces, un poco borde. Soy incapaz de demostrar mi cariño a los demás tanto como ellos me lo demuestran a mí. Soy una persona solitaria e independiente, y por eso, hago muchas veces daño a quienes no lo merecen. Necesito mi libertad, mi espacio. Estoy acostumbrada a recibir más de lo que doy. No me entiendo a mí misma y consigo confundir a los demás. Intento no ser tan sincera a veces para no hacer daño al decir lo que digo, pero casi nunca lo consigo. Soy experta en crear mil y una escusas.
¿Te valen con esos, o quieres más?
-Déjame confesarte una cosa..
+Dime..
-Me encantan tus virtudes pero me enamoré de tus defectos.
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