domingo, 23 de octubre de 2011


Y ahí está. Tu móvil está sonando. Un mensaje recibido: Es él. Acordándose de ti, preguntando por tus cosas. Y tú te olvidas rápidamente de ese odio que sentías al no tener noticias suyas. Te sientes feliz, le contestas lo más rápido que puedes, dejando atrás todas las cosas malas que pensabas de él hace unas semanas… todos los "¿pues sabes que te digo? ¡que le den!". Todas las noches rayándote porque no habías tenido noticias suyas desde la última vez que os visteis, y te prometía cosas que solía decir siempre, pero que nunca cumplía. Cuando sabe que te va a perder, vuelve cuando mas feliz estás, cuando estás empezando de nuevo a fijarte en otra persona. Pero, ahora te sientes feliz por un puto mensaje. Que para él no tiene ninguna importancia… sólo es una forma de las muchas que emplea para saber que te tiene loca y que aún sigues siendo suya, pero para ti en cambio significa demasiado… y te engañas pensando que te ha mandado el mensaje porque se acordaba de ti y de lo que teníais en común, no sé, ¿será verdad eso que dicen, que es más cómodo engañarse?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario