Me moría por él y busqué mil excusas para verle aunque solo fuera un segundo, aunque jamás se diera cuenta. Me moría por él y me ganaban los nervios si me hablaba y yo quedaba callada y tenía que agacharle la mirada.
Que tonta me sentía al lado suyo por no tener el valor y creer que sí era posible acercarme y decirle todo lo que sentía.
Me moría por él y nunca supe lo que era besarle y me quedé con las ganas de tomarle las manos y abrazarle. Me moría por contarle mis sueños, escucharle y reírnos por nada.
Y ya no es posible explicar el porqué no hice nada en todo el tiempo que pasó...
Y aquí estoy frente a él…
Y aún me muero por él…
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