sábado, 19 de noviembre de 2011


Ahora no sé quién eres, no podría decir algo de ti, ni una frase tuya, no me acuerdo como es tu risa, ni por qué nos reíamos cuando pasábamos un momento juntos. No me acuerdo de tus abrazos ni de lo que sentía cuando me los dabas. No tengo ningún recuerdo tuyo, ni feliz ni triste, es como... ver a un amigo de la infancia cuando tienes cuarenta años, sabes que le conoces, pero no podrías decir a la primera algo que pasaste con él. No puedo darte las gracias por ninguna cosa buena, tú a mí tampoco. Pero sí puedo darte las gracias porque me has hecho fuerte, porque ya no lloro por casi nadie y por quien llore será porque es demasiado importante. Ya no imagino cosas por las noches, ni sueño con nadie en especial. Dejé de llorar hace mucho, dejé de hacer tonterías como el no querer ver a nadie, o pagarlo con quien no tenía la culpa... Me has ayudado a buscar la felicidad y a luchar por ella y no sé si estará del todo bien pero ahora mismo soy tan diferente de la persona que conociste... A ti, no sé qué te habrá pasado pero, sinceramente, no me importa demasiado. Fuiste importante para mí, tanto que jamás podría imaginar que pudiera olvidarte. Fue tanto tiempo intentando olvidarme de algo tan estúpido como tú .Pero todo eso terminó, ya no hay lagrimas en la almohada, ya no hay pañuelos en la papelera; solo hay un recuerdo que a duras penas me llega, como si todo eso hubiese ocurrido hace 20 años. Supongo que será porque tú para mí ya no eres nada..

No hay comentarios:

Publicar un comentario